La Obra Pontificia de Infancia Misionera, expandida por todo el mundo, tiene la singularidad de mostrar a los niños qué es la “Iglesia en salida” de la que habla el papa Francisco. Ellos también pueden vivir con gozo el reconocerse como miembros de la Iglesia, que tiene las puertas abiertas para que entren otros niños al recibir la Buena Noticia y el bautismo; y también puertas abiertas para salir al encuentro de los demás y compartir con ellos la alegría del Evangelio. Es una experiencia que comienza al integrarse en los grupos de Infancia Misionera, en el ámbito de la comunidad eclesial. De esta manera, los niños se convierten en “pequeños misioneros”

Quienes viven del don de la fe se saben especialmente urgidos a “salir a los caminos” para anunciar a esta naciente generación el tesoro escondido de reconocer a Jesús como hermano y a Dios como Padre. Es la labor que realizan los misioneros, cuyo mayor trabajo es con los más pequeños, y que a la vez son los principales proveedores para sus necesidades sanitarias, educativas, familiares y sociales.
Espero que ahora sepais más sobre la infancia misionera.
Un saludo, Lucía.
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