sábado, 3 de enero de 2015

Cuento Navideño

                         CUENTO EN NOCHEVIEJA
Esto ocurrió el día de Nochevieja:
  Ya eran las doce y media de la noche, y mis primos estaban bastante alborotados, no paraban de trastear con todo.  Parece que ese día le habían dado más cuerda de la normal. Pues ellos suelen ser más tranquilos, claro para la edad que tienen.
Entonces se me ocurrió que podía contarles una historia, pero tenía que ser un relato con  lo que más les gusta a ellos: ¡Los coches!, lo cual no me iba a resultar fácil. Porque hay que reconocer que inventarse una historia sobre coches no es de los temas que más me gusten. Pero casi sin pensarlo se me ocurrió esta historia, la cual me fui inventando sobre la marcha.
La historia trataba de unos niños que se iban de excursión a una fábrica mágica, en la que los coches hablaban y se podían montar en ellos para que los llevaran a dar un paseo, uno de ellos, llamado David (porque es el nombre de uno de mis primos) se montó en un coche muy bonito que corría mucho y lo llevó a una autopista muy grande en la que había muchísimos coches. En ese viaje se encontraron con distintas dificultades, como una carretera cortada…  Pero como era un coche mágico, consiguieron superar todos esos problemas, regresar a la fábrica y después a su casa.  

Mis primos no pestañearon  en ningún momento. Lástima que se nos acabó el tiempo y  teníamos que volver a casa, mis primos querían que le contara otra historia en la que el protagonista también fuera un coche. Yo le expliqué que era tarde y que otro día le contaría otra historia. Ellos se conformaron y nos despedimos, pero me dijeron que el próximo día me lo recordarían. Mis tíos me propusieron que cuando quisiera podía ir a entretenerlos.

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